viernes, 9 de abril de 2010

Navega hacia el futuro

¿Has pensado qué harás cuando todo esto termine? Volverás a tu vida de siempre, sencilla, sin más pretensiones que sobrevivir un día tras otro...
Creo que te equivocas: la vida es algo más. Has descubierto que es más fácil perderla que mantener el barco a flote con toda su tripulación, que si tú te hundes, los demás vamos detrás, sin remedio. Así que deja de remar sin rumbo, de tratar únicamente de mantenerte, de mantenernos a todos a flote.
Preocúpate de ti misma, de disfrutar la vida, esta nueva oportunidad que se te ha dado y olvídate de viejas costumbres que ya no tiene sentido mantener. Deja que aquellos que viven anclados en el pasado se poblen de coral que esa será la única vida que les quedará: el silencio de una compañía ajustada y sin palabras.
Tú te mereces mucho más que eso y ahora es cuando debes echar las velas y dejar el viento te lleve allá donde quieras, que disfrutes a cada momento de todos los latidos de tu corazón; navega hacia el futuro y sigue prestado atención a las sirenas que te guiarán a la hora de escribir los más hermosos versos, pondrán ritmo a tus rimas, serán inspiración de nuevas historias...
Vive de nuevo, vive con ganas, que nosotros, tus hijos, tu tripulación, velaremos tus sueños.

El final

Solo tengo lo que llevo en mis bolsillos,
la miseria de mis pensamientos y un atisbo de paz.
Llegué al final del camino sin más necesidades que
un bocado de mar y tus besos para seguir viviendo.
Y qué será de mí, dime, cuando no haya otros pasos,
cuando ya no haya más baldosas amarillas que pisar.
Decidí esperar a que el tiempo pasara, sin más,
sin esperar nada a cambio, salvo la muerte,
una paz, esa que aún guardo en el bolsillo
en el mismo lado en el que aún late mi corazón.
Contaré cada latido hasta que se detenga,
y en cada uno deshojaré de mis ajados pensamientos
hasta que las agujas se cansen de marcar mi pasado,
hasta que al fin solo quede eso, nada, el final.

miércoles, 7 de abril de 2010

El vacío de nuevo...

Te marchas otra vez convirtiendo la paz en derrota y mi vida en obscuro.
No encuentro palabras para describir lo conocido, este sentimiento mío,
que vuelve de nuevo a ser el mismo espacio vacío, mi día a día sin ti,
y la rutina de despertar sola, de seguir adelante sin levantar la mirada,
de volver a ser gris, ente inanimado, una simple burla de mí...
Y es que te vuelves a ir y yo me quedo sola, como distraído recuerdo.
Volverán a anidar las lágrimas en mi pelo, cubriendo de humedad mi silencio,
y tus niñas tenderán su cansancio al sol, esperando como yo, a que vuelvas...