Primera noche de pasillos vacíos y silencios en los rincones... Sin anhelos, sin ansiedad, solo esperando el momento de abrir por primera vez una cama que no es mía dando paso a mi nueva vida.
Estamos solas, mi soledad y yo, unidas por fin en espacio ajeno. Alquilo una vida por estrenar, con esquinas blancas, sombras calladas y la ilusión en los cajones con los calcetines alborotados, deseando caminar otros pasos, otras direcciones.
Quizá Morfeo me permita esta noche iniciar nuevos sueños de miradas azules y versos verdes, con la esperanza abierta de puertas y ventanas. Hoy paso página definitivamente.
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