Vivo atrapada entre cuatro paredes.
Con mi mirada al frente, apenas me reconozco,
con la tristeza flotando a mi alrededor,
con la muralla de mi boca cerrada,
atrapada entre palabras no dichas.
A la espalda, mi figura se desdibuja,
llevo una pesada carga, como losa,
abriendo antiguas heridas,
anclándome a la marea caprichosa.
Ofrecería mi perfil bueno, pero ya no tengo.
Soy dos personas a cada lado,
intentando huir cada una en opuesto
rompiéndome el alma en dos.
Vivo atrapada entre mis cuatro paredes,
cayendo sobre mis pies como una madeja,
deshaciéndome a cada paso en tejido maltrecho.
Vivo atrapada en mí misma.
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