viernes, 18 de abril de 2008

Romper cadenas

A veces mis sueños van más allá...
Rompo las cadenas que me atan a esta realidad y mis deseos se hacen los dueños de mis pasos. La sensación es tan fuerte que hay ocasiones en las que no distingo sueño de realidad, en las que desearía no despertar y continuar bajo el embrujo de lo que esconde mi subconsciente.
No tiendo porqué mi cabeza se empeña en escapar; por más que intento convencerla de que esto funciona, de que he encontrado mi sitio... ella se empeña en mostrarme el mismo mundo pintado en otros colores, un destino diferente, en el que soy mejor, más fuerte, más capaz. Eso me lleva a plantearme si realmente soy quien soy o solo un reflejo.
¿Acaso me equivoqué? ¿Elegí el camino equivocado? Porque sólo puedo vivir esta realidad, porque ¿me conformo? No sé, no encuentro una explicación convincente, a la vez que escribo esto mi cabeza está en otra parte...
Necesito una señal clara de que no me equivoco, de que los sueños solo son eso, humo, y de que mi vida es la ¿adecuada?

miércoles, 16 de abril de 2008

Solo no soy

Solo soy sombra de lo que fui, de lo que nunca seré.
Solo soy palabras vacías que no dicen nada.
Solo soy besos sin amor, caricias sin calor.
Solo soy miradas perdidas que se pierden en la distancia.
Solo soy negro, negrura inmensa como la nada.
Solo soy silencio, el que aguarda tus palabras.
Solo soy una silla ocupada, un espacio mal usado.
Solo soy lágrimas que brotan sin explicación.
Solo soy puertas cerradas y ventanas sin cristal.
Solo soy locura, tontunas y otras cosas sin sentido.
Río, claro que río, porque sé cómo hacerlo.
Y puedo tocarte y cogerte la mano como antes...
Beso, claro que beso, moriría si no pudiera tenerte.
Y puedo acariciarte recorriendo todo tu cuerpo.

Pero al final, no soy nada. Me siento como el viento, inquieto, que va y viene, que enreda tu pelo, que cierra puertas de golpe, que atrapa pensamientos en la corriente, pero al final se va y abandona todo lo que tocó.
Si muriera, ¿quién me recordaría? Alguien volvería a ocupar mi silla, cambiaría el montón de tonterías que tengo en la mesa por orden y concierto. Alguien habrá que hable, de cosas con sentido, que te ame hasta la saciedad, que te bese, te acaricie y te mire como a nadie. Será colores y habrá vida a cada paso, todos la querrán y la admirarán, habrá sonrisas y puertas abiertas cada vez que llegue a algún lugar...
Entonces, ¿dónde quedaré yo? Una lápida grabada con mi nombre, cerca de la de mi abuela, sólo pido eso.

miércoles, 9 de abril de 2008

Camino de esperanza

Últimamente navego entre aguas más calmas, más limpias, casi cristalinas.
Parece que la tormenta se ha dado un respiro y ahora sólo corre una leve brisa por mi ventana.
Por el momento he aparcado la idea del suicidio, ya no me parece viable y tampoco una salida a este temor que me sigue acechando aún en la distancia.
Dejadme disfrutar del poco sol que ahora trata de abrirse paso entre la nubes, sentir su calor en mi cara, en mi cuerpo, sentir que estoy viva de nuevo, que mis pasos parecen querer llevarme a buen puerto.
Hoy me siento distinta.
Hoy mi día me ha ofrecido algunos colores que han abierto un camino de esperanza...

martes, 1 de abril de 2008

Miedo

El peligro acecha, nos acompaña donde vayamos, se esconde entre nuestras sombras que obsesivamente nos acompañan hasta en la obscuridad.
El miedo es parte de todo lo que hacemos; la duda, inevitable; y, la conciencia, esa que algunos ni conocen, martillea mi cabeza si hago una cosa cuando pensé otra distinta.
No importa hacia donde mire, nunca veo luz. No importa hacia donde dirija mis pasos, siempre acaban en el mismo sitio, en un espacio pequeño, sin luz, frío y lúgubre, con una única silla en el centro del habitáculo que no permite descansar aunque quisiera.
A veces tengo la sensación de que alguien me sigue, de que hay alguien más en este inmenso espacio vacío porque oigo sus voces, sus susurros; no soy capaz de adivinar lo que dicen, pero están ahí, casi puedo olerlos, incluso, creo que he llegado a rozarlos. No sé quienes son, no dan la cara. Tampoco sé si quiero conocerlos. Prefiero el silencio, prefiero estar sola. Tengo miedo a saber qué ocurrirá mañana, no quiero que llegue mañana.

Diario de mi suicidio 5. La verdad

¿De veras pensabas que podría responder con la verdad a tu pregunta? ¿Que te daría un sí, así, sin más?
En la primera página de este absurdo diario pedí que nadie me preguntara, que no se preocuparan por mí, ¿para qué? ¿Cambiaría en algo tu vida que yo aclarara mis ideas?
Te agradezco la preocupación.
Aún no tengo muy claro, -la verdad-, si solo soy un personaje de ficción, yo misma disfrazada con la piel de un suicida que busca el amparo de otros o si es cierto todo esto que escribo, porque hay mucho de verdad en lo que cuento, en lo que digo que siento. Intento disfrazarlo de ficción, adornarlo con otros nombres y otros sitios, pero en mi imaginación soy yo la que está escribiendo, la que sufre, la que llora, ¿sólo en mi imaginación?
Cómo es posible llevar un día a día sin saber quién eres en realidad, ¿acaso tú lo sabes? ¿Crees conocerme lo suficiente para volver a afirmar con firmeza "te veo bien"?