lunes, 30 de octubre de 2006

Muerta y enterrada

Subir, llegar a lo más alto antes de darte cuenta incluso de que asciendes. El presente se convierte rápidamente en pasado, en un solo instante. Y la cima es hermosa, las vistas, espectaculares, pero no hay sitio para todos...
Caer, caer despacio, sentir el dolor a cada segundo del infinito descenso. Ahora, volver al pasado, volver a no ser nada, vacío, silencio y obscuridad. Somos tantos, no conozco miradas, pero advierto su aliento...

Esperanza, muerta y enterrada.

viernes, 20 de octubre de 2006

Qué será...

La distancia es el olvido, el camino inverso nuestra perdición...
La palabra es el motivo, tu sonrisa el futuro.

¿Qué quedará de nosotros cuando tú no estés? ¿Qué será de mí?

viernes, 13 de octubre de 2006

Pasos sobre negro

Me puse a andar por un camino sin luz hasta que perdí el rumbo de mis pasos y el tiempo se hizo infinito. Cuando por fin alcé la mirada para saber dónde estaba me descubrí sola en medio de la nada. El silencio ocupaba todo el espacio. El camino de asfalto negro parecía llevar a ninguna parte, y allí en medio de la obscuridad estaba yo, sin saber cómo ni porqué. No me asusté, me concentré en mi tristeza y seguí caminando en medio en la espesa negrura.

Quizá debí volver.
Quizá debí permanecer allí, justo donde descubrí mi soledad.
Continuar sólo abrió más puertas a este destino incierto en que se ha convertido mi vida...

viernes, 6 de octubre de 2006

Mi mañana

Mirar al cielo y ver ese azul dulzón cuando nace el día. Seguir la carretera y no perder de vista ningún detalle, perseguir con la mirada las bandadas de pájaros que, a nuestra misma altura, nos siguen como si se tratara de delfines en lo ancho del océano.
Rodeada de extraños, la mayoría ancianos, me hace pensar en lo que nos quedará mañana... Hoy en la primera parada subió una pareja de ancianos, ella muy prudente, se colocó la primera y le dijo a su marido dónde sentarse. Hasta donde yo recuerdo, hasta mi estación, han estado sin perderse la mirada, como dos jóvenes recién enamorados. Ella le sonreía con una ternura difícil de definir y él, casi avergonzado, bajaba la mirada y jugaba con su manecitas, tan pequeñas. Parecía haberse parado el tiempo; además, con los cascos, oyendo de fondo una música suave, me daba la sensación de estar viviendo en un sueño ajeno, un sueño hermoso, de esos de amor verdadero y para toda la vida.
Las 10 en punto; vuelta a la realidad.
Cuando he llegado al trabajo, un compañero me ha llamado la atención:
-- ¿Y esa cara de boba que traes?
--
¿De boba? No, estoy ilusionada, es sonrisa de media punta, de las de la felicidad que aún está por llegar...
-- Niña, traduce que con tanta metáfora es difícil pillarte.
-- Es sólo que ya sé lo que quiero para mi mañana.

Poeta

Soñé que era canción y me volví poesía.
Soñé que era música y me convertí en verso.
Soñé que era tormenta y conseguí la rima.
Soñé que volverías y me quedé en tinta.
Soñé que te veía y surgieron palabras.
Soñé que me amabas y... descubrí que era poeta.

miércoles, 4 de octubre de 2006

Escribiendo aire

Suelo evadirme de la realidad aferrándome al silencio y a lo obscuro de mi cuarto.
Cierro la puerta de mis sentidos y dejo volar la imaginación.
Es siempre la misma idea, repitiéndose una y otra vez en mi cabeza... La vida que jamás tendré.
La ilusión de mis sueños se refleja en mis palabras, pero las palabras sólo son eso, tinta impresa en un papel que nunca irá más allá.
¿Por qué, para qué seguir soñando, si sólo son eso... palabras, ilusiones?
Llámenme ilusa, escritora de aire.

lunes, 2 de octubre de 2006

Mi tiempo

Quisiera cerrar los ojos para siempre y aferrarme a mis sueños, perderme en el infinito de mi subconsciente y no despertar jamás.
Encerrarme en el silencio, en la cadencia de mi respiración siguiendo el tic-tac del tiempo que me quede...
Vivir en la luz de mi interior.