sábado, 4 de octubre de 2008

Entre los dedos

Se me escapó, se me fue su vida sin que pudiera hacer nada.
Y su cuerpo..., tan pequeño, tan frío, inmóvil, empapado de muerte.
Y sus ojos..., que de azul de cielo intenso pasaron a noche cerrada.
Y su calor..., concentrado de un mes, pegado contra mis rincones, cabeza gacha y maullido escondido.
Y su vida..., vestida de siamés, con apenas días... Se me escapó, se me escurrió entre los dedos sin que pudiera hacer nada.
Ahora me arrepiento de haberlo obligado a vivir, de insistir en sus comidas diarias, de alargar su sufrimiento. Merezco este dolor tan suyo, merezco esta pena que moja mi corazón desde que empezó a irse.
Intentando hacer frente a mi castigo, he sacado fuera todo lo que me lo recuerda, solo he dejado colgado de una cadena un colgante que reza Dino.
Dejadme llorar su muerte que también es la mía...

5 comentarios:

Anónimo dijo...

ola,he llegado aki desde la pagina de la protectora.
no te sientas fatal,has hecho todo lo posible humanamente x ese gatito,le has enseñado lo q es el cariño ,imaginate solitos....


animo,y felicidades x lo q haces con los animalitos

Pedro dijo...

Vaya, lo siento.

Para esto también vale la poesía. Como te digo en el otro blog, animo ya delante.

Un saludo,


Pedro.

Andrés Schmucke dijo...

Hola, pasaba por aquí para echarle un vistazo a los nominados a los premios de 20 minutos. Aunque no estamos participando en el mismo renglón vine a pedir vuestra colaboración, solo pido un voto que no enriquece ni empobrece a nadie, claro que pido ese voto siempre y cuando te haya gustado lo que viste al pasar por mi espacio. Si no te gusto lo que viste pues no votes por mí.

Tremendo blog, un saludo desde Venezuela.

Andrés Schmucke.

Óscar Sejas dijo...

La vida aparece y desaparece de todos y cada uno de los seres que pueblan esta tierra de una forma que no logramos entender.

Ponemos nuestra alma en esos seres, a los que queremos y mimamos con toda nuestra alma. Y cuando se marchan, una parte de nosotros se marcha con ellos.

No te sientas culpable, seguro que hiciste todo lo que pudiste y se marchó feliz porque estuviste a su lado.

Un saludo.

Anónimo dijo...
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