lunes, 25 de julio de 2011

Despedidas en felino

Escribiendo al ritmo de la «Lejanía» de Mónica Molina recordé donde había guardado tu última carta. La rescaté de su refugio donde permanecía acurrucada en la mesita de noche.
Habían pasado apenas unos meses desde que te fuiste y solo la compañía de la gata consolaba tu ausencia. Cogí a Gris con cuidado, la coloqué sobre mi regazo y ambas compartimos el cariño de tus letras una vez más. Entre ronroneos y caricias acabamos rompiendo en sollozos el finalizar con tu adiós.
A día de hoy, la carta sigue donde estaba, pero con las líneas finales desdibujadas, despidiéndote en felino.

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