jueves, 6 de octubre de 2011

Ahogamiento por tristeza

Cuánto se puede llorar, ¿es que no se agotan las lágrimas? ¿Tantas tenía atrapadas? Empiezo a inundar el piso sin darme cuenta... Empecé notando la humedad recorriendo mi cara, mi cuerpo hasta llegar a los pies con un escalofrío extraño. Cuando empecé a chapotear en mi propia tristeza decidir llorar lágrimas cálidas, ayer derramé tantas... Pero no frenó la crecida, mi mar empieza a cubrirme las rodillas, se hace difícil avanzar.
Empezaré a buscar el flotador y a sustituir el pijama por el bañador. No vale de nada de nada limpiar los desagües, están atascados con palabras malditas, no dichas ni pronunciadas, de esas que se escapan en los suspiros.
No sé cómo acabará este anegamiento, ¿acabaré ahogándome en mi propia tristeza entre aguas templadas?

No hay comentarios: