jueves, 6 de octubre de 2011

Querido Antonio

Haciendo cuentas son ya trece años los que te conozco. Desde el primer día de clase conectamos, ¿recuerdas? Estuvimos juntos los tres años de carrera compartiendo lo bueno y lo malo, los refrescos en cafetería, los nervios en los exámenes...
Después fuimos cada uno por nuestro lado, pero sin dejar de vernos, compartiendo proyectos e ilusiones nuevas en un café, un paseo, una cena... A pesar de la distancia, siempre conseguimos robar un rato para decirnos secretos al oído, para llorarnos penas y reírnos juntos.
Te conozco bien, te quiero a pesar de los defectos (los tuyos y los míos). Eres y siempre serás un gran amigo con un gran corazón. Y ahora, entre tu nueva vida y la mía, siguiendo en esos caminos separados y con más dificultades para vernos, seguiremos compartiendo secretos, llantos y risas como siempre.
Te deseo lo mejor, tú puedes, siempre has podido, solo te falta ese pellizquito de fe. Si me dejas, te lo doy un día de estos :-)
Te quiero y siempre te querré.

1 comentario:

Aishô dijo...

Muchísimas gracias por tus hermosas palabras, querida amiga. Ha sido bonito hacer el repaso mental de estos años al mismo tiempo que iba leyendo tus palabras. Sí, hemos pasado muchas situaciones... pero siempre encontrábamos, encontramos, y encontraremos, momentos para estar juntos y compartir. Porque, para mí, la verdadera amistad no conoce de distancias y tiempos. Gracias por aceptarme como soy, es más de lo que algunos "pretendidos amigos" pueden decir. Espero que pronto podamos vernos, y me des ese pellizquito fe y esa constancia a la hora de trabajar que tú tienes. Te quiero mucho amiga, y no te olvido. Un beso y abrazo grandes.