lunes, 27 de agosto de 2012

Baile de despedida


Empezó a sonar «La Vie en Rose», ella subió el volumen del aparato. Durante los tres minutos que dura la canción bailó en el salón simulando tomar el cuerpo de su amante entre sus brazos, anhelando el tacto y el olor de su compañía. Casi al final, se escurrió con un líquido viscoso; se detuvo en seco. Se agachó hacia el cuerpo que yacía sobre el suelo y le levantó la cabeza tomándola del pelo con desprecio. La sangre de su marido todavía estaba caliente. Se acercó y le susurró al oído: «Ahora mi vida sí es rosa».

No hay comentarios: