sábado, 11 de abril de 2015

Efímero

Caminando por la calle, me encontré con tu mirada. Fue entonces cuando me sentí la mujer más bella del mundo. Juraría que me acariciabas con el azul de tus ojos. Me ruboricé y te diste cuenta. Remataste la faena con la más dulce de las sonrisas y casi caí desmayada, podía notar esos labios recorriendo mi cuerpo, lamiendo cada recoveco. Me detuve para gozar del momento. El error fue parpadear; en ese preciso instante, pude ver tu mano en el culo de la que te acompañaba. Y es que el amor, ese amor que siento, siempre es así de efímero.

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