jueves, 27 de julio de 2006

Últimamente

A veces me siento como una niña entre adultos, redescubriendo un mundo ya conocido, pero con nuevos matices que hacen de mi vida una nueva infancia, un nuevo camino a recorrer.
No importa lo lejos que quede el futuro, la distancia puede ser infinita; hoy juego con ventaja porque sé de que pie cojeo.
Me gusta esta sensación. Me siento como una esponja que todo lo absorve, con una necesidad vital de adquirir conocimientos, feliz por esta semiignorancia que en un plazo -siempre razonable- será un nuevo plato en mi mesa.

Ya no me preocupa ligar las palabras, no busco la rima fácil y tampoco dar explicación a cada una de mis metáforas. Hoy, ahora, me siento egoísta de mis pensamientos, son míos, escribo para mí por si algún día me pierdo en el infinito camino del (des)conocimiento...

2 comentarios:

Carlos Negrón dijo...

Eso es lo mejor, no dar explicaciones, no caer en la tentación de satisfacer el apetito de gente que no vé más allá de sus narices. Eos nos hace más fuertes y nos vuelve más auténticos.

Morir una y mil veces en el papel, y renacer cada noche, con cada verso.

Paz

La gata que no esta triste y azul dijo...

:-) Efectivamente, escribir para ti, porque lo sientes y como lo sientes y de la forma que lo sientes... Estariamos buenos si tubieramos que pensar en el que lee. Simplemente sale asi,y si ademas a alguien le gusta pues muy bien.