Me puse a andar por un camino sin luz hasta que perdí el rumbo de mis pasos y el tiempo se hizo infinito. Cuando por fin alcé la mirada para saber dónde estaba me descubrí sola en medio de la nada. El silencio ocupaba todo el espacio. El camino de asfalto negro parecía llevar a ninguna parte, y allí en medio de la obscuridad estaba yo, sin saber cómo ni porqué. No me asusté, me concentré en mi tristeza y seguí caminando en medio en la espesa negrura.
Quizá debí volver.
Quizá debí permanecer allí, justo donde descubrí mi soledad.
Continuar sólo abrió más puertas a este destino incierto en que se ha convertido mi vida...
1 comentario:
Es preciso continuar, es preciso seguir, el camino siempre lleva a alguna parte. El pararse es la muerte.
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