Me buscas, poeta, con tu silencio encantado
y el fresco olor a lluvia que quedó tras la tormenta.
Me buscas en cada palabra que escribo,
escondiendo la rima absurda
de mis miradas y tus recuerdos
intentado hacerlas una
para deleitar a quien nos busca
sin sabernos en vida, ni tan siquiera muertos.
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