viernes, 3 de julio de 2009

Volveré a tu lado

Huyó. La tristeza pudo con ella y decidió que escapar sería la mejor solución, la única solución. Cogió su libreta de dibujo y el lapicero, nada más, y se fue.
Pocos días después la encontraron en un banco de la plaza de Santiago, sentada con la mirada perdida. Había consumido todas sus fuerzas en escribir una y otra vez lo mucho que lo quería, que lo echaría de menos, que no podría vivir sin él... En las últimas páginas la letra se había vuelto ilegible y había muchos versos desdibujados por las lágrimas que derramó sobre ellos.
Enloqueció de tristeza.
Aunque intentaron ayudarla, no respondía a palabras. No dejó que nadie se la llevara de aquel lugar, de aquella plaza con aquella pequeña iglesia donde años atrás habían contraído matrimonio.
No se cuánto tiempo pasó. Un día me contaron que dejó el banco; nadie sabe cuándo se fue, ni cómo, simplemente desapareció, pero hay quien dice que de vez en cuando aparecen en el banco hojas de un cuaderno de dibujo donde reza: "Volveré a tu lado".

2 comentarios:

CeNiCiEnTa EnAmOrAdA dEl AmoR¨ dijo...

creo saber entender y sentir cada una de las cosas que has escrito...

es muy feo y doloroso sentirse asi... ¿pero como evitar sentirlo?

quisiera tener las palabras adecuadas para darte animos... pero muchas veces ni las palabras más tiernas y delicadas pueden ayudarnos a quitarnos ese sentimiento...

saludos... cuidate.

ave fenix dijo...

Solo se me ocurre decir: No, no y no, la vida no es así, por mucho que hayas querido a un personatienes que aceptar su marcha y pensar que cada día tiene un nuevo amanecer y que la vida no se para nunca, hay que pasar pagina y tirar palante, otros vendrán, ni mejores ni peores . . .diferentes, pero la vida siempre sigue. hazme caso, las heridas cicatrizan, y te olvidas de ellas.