Tengo dos miradas que ofrecerte. La que no dice dice nada, que está cansada de sobrevivir a este recuerdo, y la que lo da todo sin esperar más que tu sonrisa a cambio.
Y cuando te vas prefiero cerrar los ojos para no enfrentarme a la indecisión, al miedo de no controlar lo que mis ojos puedan decir... o no decir. Así que, anclada en el silencio, ahora he decidido abrazar la oscuridad y esperar a que todo pase, como un mal sueño.
2 comentarios:
La vida sigue, el mundo no se para, sigue girando y cada mañana hay un nuevo amanecer que te estas perdiendo, mientras sigas anclada.
Debes comenzar a mirar al futuro, debes contruir tu propio futuro
Siempre hay dos miradas...a veces un beso entre ambas y a veces la ausencia...
un abrazo querida Ariola...
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