martes, 20 de julio de 2010

El extraño caso del vuelo JK 450


Oscara era una gatita blanca de un año con penetrantes ojos azules que un buen día apareció en el avión de Spanair que cubría el trayecto Madrid - Barcelona, alguien debió olvidarla y como nunca conseguían atraparla, la tripulación decidió adoptarla mientras no molestara a nadie.
Rafa, el azafato, le puso el nombre de aquel gato del geriátrico de Rhode Island por su extraordinario parecido; como resultó ser hembra, le añadió la «a» al final para zanjar el problema. Y fue precisamente él el primero en caer en la maldición... La misma tarde de su muerte, Oscara había estado durmiendo plácidamente sobre su regazo; cuando Rafa bajaba del avión, tropezó en el tercer escalón y la caída fue fatal.
Todos pensaron que quizá se repetiría la historia de aquel extraño gato, pero también podía ser casualidad. El pasado sábado leí en el periódico que el vuelo JK 450 tuvo un accidente donde el único superviviente fue una gata de penetrantes ojos azules.

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