Cuenta una antigua leyenda que de la unión del Sol y la Luna nacieron los gatos. Los felinos se amamantaban de su madre y dormían el resto de la noche. Durante el día jugaban sin parar hasta que su padre, harto de saltos y travesuras, los castigó en un rincón. Cuando los más pequeños comenzaron a llorar desolados, el Sol los cogió entre sus brazos y, con mucho cariño, los arrulló hasta dormirlos.
Desde entonces los gatos prefieren la vida nocturna, disfrutando durante el día del cariño de su Padre y durante la noche de la paciencia de su Madre.
Un rincón para la palabra, el silencio, para todo aquello que nunca nos dijimos...
viernes, 22 de abril de 2011
Las virtudes del Sol y la Luna
Publicado por
Arioleta
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