Adela nació de los sueños,
mecida entre palabras y algunos versos,
mamó ilusiones y creció feliz
junto a otros de los cuales
ya no recuerda su nombre.
Fue protagonista de un sinfín de aventuras,
creció entre flores,
respirando fragancias de pasiones.
Maduró convirtiéndose en la mujer más hermosa.
Tuvo amantes, amores y desamores,
a los que entregó su corazón.
Decidió tomar rumbos inesperados
y a todos sorprendió
cuando decidió ir por su cuenta.
Pero el Creador es caprichoso
y por ese lance no pasó,
decidió castigarla y su vida terminó,
dejándonos el corazón desolado,
cuando Él pronunció la palabra:
«Fin».
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