lunes, 30 de mayo de 2011

Tus versos entre mis cosas

Me dijo que me amaría siempre, pero entre nosotros se interponía algo más que la edad. Ni su familia ni sus amigos comprendían cómo pudo enamorarse de mí: una alumna veinte años más joven que él, con la cabeza llena de pájaros. Durante los primeros meses conseguimos hacer oídos sordos a todos los que se empeñaban en separarnos, y funcionó. Nos amamos, nos prometimos amor eterno.

Cuando ayer saqué del bolso una nota suya en la que rezaba «Encontrarás tus cosas entre mis versos, perdóname», supe que todo había terminado. El primer verso que me dedicó indicaba justo lo contrario.

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