Anoche tuve un mal sueño. Tomé consciencia en mi fase REM y me encontré de pie, en medio de una sala blanca, rodeada por un montón de cuerpos sin rostro, seres grises que emitían un leve susurro al acercarme a ellos. Quizá eran almas atrapadas en humo intentado pedir ayuda, pero no era capaz de entender nada. Estaba allí, no podía escapar y por más que corriera en cualquier dirección siempre había más y más entes oscuros. He despertado con la respiración entrecortada y el corazón en un puño; me ha costado darme cuenta de que eran ellos, los silencios.
1 comentario:
sigo enganchada con tu escritura
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