martes, 19 de julio de 2011

Ahogamiento por tristeza

Se ahogó en su propia tristeza más rápido de lo esperado, ni siquiera le dio tiempo a pedir ayuda. Sus gritos se asfixiaban irremediablemente entre lágrimas. Nadie se dio cuenta del desconsuelo que la consumía y aquel último golpe terminó por romperle el corazón en demasiados trozos, imposible recomponerlo. Y ante tal angustia buscó el final más certero sin importarle el dolor ni las consecuencias. Llegó el momento en el que se centró únicamente en ella y su desenlace: se metió en la bañera y lloró con amargura hasta la deshidratación de su alma y la inundación de su cuerpo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ya me gustaría saber a mí si merecía tal sacrificio ese último golpe. Escribes triste pero muy lindo.