sábado, 10 de septiembre de 2011

Cocinando un futuro incierto

Comía silencios, me alimentaba del aire que dejaba su ausencia y engordé de tanta soledad.

Ahora hago una dieta distinta: cocino ilusiones y nuevos planes de futuro, y me está sentando bien.

De entrante he recuperado la sonrisa, he añadido a las ensaladas otras compañías, antiguos sabores y otros nuevos.

En el plato principal he incluido el picante, algo de soso y bastante amargo, pero ése es temporal.

De postre, al que siempre reservo un hueco, he dejado los versos y los cuentos que tanto me alimentan.

Y con el café, bueno, ahí he rescatado antiguos y no muy saludables vicios...

No es una dieta ideal, pero de momento está dejando salir a la mujer que fui un día, a la que le gustaba cocinar ilusiones y que con el tiempo perdió las recetas. He sacado un nuevo libro, uno con las páginas en blanco y además se aceptan sugerencias.

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