miércoles, 28 de septiembre de 2011

Corazón

Salió cabizbajo de la sala y se dirigió a la mujer. Sus movimientos, su cara, lo decían todo. Ella se echó a llorar.
―Dígame, doctor, ¿qué pasa? ¿Mi hijo está bien?
―Señora, lo siento, no hemos podido transplantarle el corazón.
La mujer se derrumbó sobre sus brazos y lloró amargamente.
―Necesito su autorización para...
Otro hombre que había en la sala se levantó corriendo hacia el pasillo. Se oyeron gritos, llantos desgarradores. Al poco volvió con un corazón ensangrentado entre sus manos y tras él, dos policías corriendo.
―Este le valdrá.
No hubo más que hablar.

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