miércoles, 5 de octubre de 2011

En requerer

Alimentando mi alma de palabras ajenas,
Encontré un «te requiero» que me llegó al alma.
A veces quisiera ser el blanco de tales intenciones
En versos o prosa definida,
No soy exquisita en tales menesteres.

No recuerdo ninguna carta de amor
En la que fuera yo la protagonista.
Y quisiera tanto que me quisieran,
Que me dedicaran las estrellas...
Pero aguardaré tranquila que todo llega.

1 comentario:

Sangre dijo...

Seguro que si querida amiga, el requerer y otros menesteres se toman su tiempo pero llegan...

un abrazo fuerte querida Ariola.