miércoles, 5 de octubre de 2011

Llorando

Se puede llorar por muchas razones...
Últimamente lloro a menudo, llevaba mucho conteniendo tristezas. Motivos hay muchos... El adiós, las no-despedidas, los recuerdos rotos, la nostalgia.
He redescubierto un motivo más: la emoción. Pero no una cualquiera; una que nace del corazón, esa que pone el vello de punta, que recorre el cuerpo con un escalofrío dulce, la que despierta una canción especial, una mirada, una sonrisa, la compañía de aquellos a los que quiero (con o sin locura).
Son esas lágrimas que surgen de palabras ajenas, de manos limpias, de intenciones blancas. De invitaciones que solo el tiempo hará realidad, de planes, de sueños...
Esas las guardo para rescatarlas en los malos momentos, para que me ayuden a recuperar las sonrisas tan necesarias.

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