Porque odiar también es sentir...
Porque ciertos actos cometidos por humanos los convierten en animales, por sus terribles atrocidades y su nula conciencia... por ello, me permito el lujo de odiar y decirles que...
Seré su sombra. A partir de ahora no podrán dormir tranquilos, acecharé en la obscuridad y seguiré todos sus pasos, y cuando se descuiden, me acercaré por detrás y les susurraré al oído que...
Soy jauría de perros enloquecidos clamando venganza, soy la sangre que injustamente han derramado, soy el odio que generan concentrado en estacas que usaré para atravesar sus corazones, soy la serpiente venenosa que se comerá a sus hijos y a los hijos de sus hijos para acabar de raíz con el mal que corre por sus venas.
Seré su sombra. Les perseguiré incesante hasta el día de su muerte. No volverán a mirar a nadie a la cara porque, aunque sólo sea un fantasma en su miserable existencia, reconocerán mi rostro y temerán encontrarlo, porque cuando me cruce con ellos, con un solo roce quedarán paralizados y podré gritarles sin piedad que...
No creo en Dios ni en su justicia, no creo en el Hombre ni en sus mezquinas palabras... Yo impartiré la justicia que ellos merecen y les abriré las puertas del lugar donde habita mi odio y el de todos los que amamos la vida, porque no merecen piedad, porque recibirán lo que han dado, porque su fin será la paz que merece REGINA.
(Dedicado a Regina, asesinada a sangre fría y con una crueldad que roza los límites de la locura, porque se haga justicia...)
2 comentarios:
Por Regina...
Somos capaces de lo mejor y de lo peor. Como especie. Como individuos, cada uno suele tener su lado. El tuyo está claro; el de aquellos de quienes hablas, desgraciadamente, también, y no es el mismo.
Por Regina.
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