martes, 11 de mayo de 2010

Loca de silencios

He aprendido a reconocer tu ausencia a golpes de realidad porque sé que jamás podré hablar de ella en términos de comprensión, asunción o entendimiento. Quiero convencerme de que es necesaria para un futuro mejor, pero no puedo acostumbrarme a esta soledad, a esta «no-presencia» que transforma mis sueños sueños en pesadillas, los días en años y las palabras en silencio. Y todo eso, sumado a un dolor de cabeza, se convierte en el peor de los castigos.
Ahora soy dos colores en mi pensamiento: la roja que lucha por seguir adelante convenciendo a la otra parte de que no necesito a nadie; y, la azul, que sigue llorando en silencio cada noche, esperando como Gris, en la puerta, tu regreso. Es complicado decidirse por alguna de ellas, no sería definitivo, porque cuando casi alcanzo el tono más vivo, oigo la otra voz a lo lejos diciendo «no te engañes, esa no eres tú», y es justo en ese momento cuando palidezco y redecoro mi mundo.
¡Quién dijo que estar separados tiene sus ventajas! Yo me estoy volviendo loca de silencios.

3 comentarios:

La Gatera dijo...

Pasábamos por aquí y no queríamos marcharnos sin dejarte antes unas palabras que rompan, al menos por un instante, tu enloquecedor silencio...

Saludetes gatunos!

P. Shada dijo...

Ante la muerte, silencio. Ante la vida canciones. Y ante las dificultades un par de buenos ...cordones

Tipo de Incognito dijo...

No tiene nada que ver pero, con lo del silencio me has recordado un poema de Kabbani, espero que te guste.

Escribí en el viento
el nombre de mi amada
lo escribí en el agua
sin saber que al viento
no le gusta escuchar,
sin saber que el agua
no recuerda los nombres.

Porque mi amor por ti
es superior a las palabras,
he decidido permanecer en silencio.