jueves, 17 de febrero de 2011

La alegría de la huerta



No sé porqué la mayoría de la gente insiste en que «la alegría de la huerta» es esa persona optimista y alegre cual tomates o pimientos en pleno desarrollo, con su color y su aroma en todo lo mejor... Yo más bien prefiero el sentido irónico de la expresión, ese en el que el susodicho es un ser aburrido que solo genera tristeza, cual espantapájaros en el centro del edén, siempre en la misma postura, vigilando y cuidando de las hermosas verduras.
Pero, ¿por qué no ambos aspectos en un mismo ser? Y es que últimamente me siento como ese pobre mamarracho: siempre en la misma postura, con la pierna estirada y el pie en reposo, vigilando de mis bichos y cuidando que estén bien; y a la vez, soy la alegría, la que le da vidilla a este reino mío de 67 metros cuadrados :-)
Debo encontrar la parte positiva de mi lesión, ¿no?

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