sábado, 7 de octubre de 2023

Cristales rotos

¿Quién espera una tormenta en una tarde de verano?
¿Quién se desvela sin razón alguna?
Yo soy eso, todo eso, y lo contrario.
Oí el crujido en mi cabeza,
ese sonido al pisar cristales rotos,
y sin motivo empezaron a brotar
como lágrimas, pequeñas, transparentes,
dejándome los ojos rojos
y la cara marcada de sangre.
Son tristezas atrapadas,
miedos, desengaños, frustración,
que de tanto esconderlos baja la alfombra de mi silencio
terminaron colmando.
Llevo horas llorando desconsolada,
por todo, por nada.
Por algo se abrió el grifo
y no encuentro motivo para cerrarlo.
Bueno, quizá sí,
No deseo morir deshidrata.

No hay comentarios: