viernes, 18 de noviembre de 2011

Quererte como te quiero

Quererte como te quiero, María, merece el propio título del post porque jamás se ha escrito un amor más grande por un hermano, una hermana en tu caso... No encuentro palabras, propias o ajenas, para agradecerte todo lo que haces por mí. Eres hermana, amiga, confidente, a veces desconocida y, sobre todo, la que mejor sabe alejar mis penas y dar vida a mis alegrías.
Ser dos es lo mejor que le ha pasado a madre, ser dos es lo mejor que nos podía pasar a nosotras. Nadie entenderá jamás ese hilo invisible que la genética tejió uniéndonos para siempre.

A Lucía, desde el corazón

1 comentario:

P. Shada dijo...

Es verdad que es una gran suerte que fueran dos y no una.
Es cierto que esos hilos invisibles y calientes se mantienen aunque algunas veces parece que se rompieran.
Fue un gran esfuerzo, pero mereció la pena.